Jacob y Wilhelm Grimm |
Los hermanos Grimm, Jacob y Wilhelm son los
escritores de algunos de los cuentos más famosos y queridos de nuestra niñez: “Caperucita
roja”, “La Cenicienta”, “Hansel y Gretel”, “El enano saltarín”, “Blancanieves”,
“El lobo y las cabritillas”... un sinfín de historias de personas y animales,
que invitan a soñar a grandes y pequeños desde hace 200 años.
De hecho, los Hermanos Grimm es el nombre
utilizado para referirse a los escritores alemanes Jacob y Wilhelm Grimm
(naturales de Hanau, en Hesse). Estos hermanos, que vivieron y escribieron su
obra entre los siglos XVIII y XIX, son conocidísimos por la ingente producción
de sus cuentos infantiles, pero también -y este es un dato poco conocido- escribieron
el “Diccionario Alemán”, las “Leyendas alemanas”, la “Gramática alemana”, la “Mitología
alemana” y “Cuentos de la niñez y del hogar”. Son reconocidos como fundadores
de la filología alemana y de hecho, la Ley de Grimm recibe este nombre de
acuerdo con Jacob Grimm.
Dos
apuntes sobre sus vidas
Durante toda su vida, los hermanos Jacob y
Wilhelm Grimm desarrollaron su actividad profesional vinculados estrechamente
con el mundo de los libros y todo lo que les rodea. Cuando tenía 20 años Jacob trabajaba como
bibliotecario y a Wilhelm (que era 10 años menor que su hermano) lo encontramos
ejerciendo de secretario de la misma biblioteca. Sin embargo, unos cuantos años
después, ambos se habían hecho famosos por sus publicaciones, especialmente las
infantiles. Ejercieron también como profesores universitarios en Kassel, en la
Universidad de Gotinga y en la Universidad Humboldt en Berlín. Después de las
Revoluciones de 1848, Jacob fue membro del Parlamento de Frankfurt durante un
tiempo.
Una
obra muy diversa
A lo largo de su vida activa, los hermanos
Grimm recopilaron un sinfín de historias que se explicaban de forma oral y
recuperándolas de la memoria de las gentes, las transcribieron para
convertirlas en relatos populares para que no se perdieran con el paso del
tiempo; pero no se detuvieron aquí sino que también se dedicaron a la docencia
y la investigación lingüística, centrando su atención en la gramática comparada
y sobre todo, en la lingüística histórica. De hecho, sus estudios de lengua
alemana son una pieza importante, vital, para el desarrollo posterior del
estudio lingüístico de esta lengua.
Sin embargo, el aspecto de la obra de los
hermanos Grimm más conocida y celebrada en todo el mundo son los cuentos
infantiles, los cuentos de hadas de toda la vida. Su primera producción fue
"Cuentos para la infancia y el hogar", dos volúmenes publicados en 1812
y 1815, que se amplió en 1857 con lo que se conoce popularmente como
"Cuentos de hadas de los hermanos Grimm" y que incluía cuentos como “Blancanieves
y los siete enanos”, “Hansel y Gretel”, “La bella durmiente”, “Juan sin miedo”,
“Pulgarcito” y muchos otros.
Caperucita Roja |
Hansel y Gretel |
Las primeras colecciones de cuentos se
vendieron modestamente en Alemania, en ediciones que abarcaban apenas unos
cuantos centenares de ejemplares a lo largo del año. Esto ocurría porque estas
primeras ediciones no estaban pensadas para un público infantil e incluso, los
hermanos Grimm, rehusaron utilizar ilustraciones en sus libros, prefiriendo las
notas eruditas a pie de página, ya que ellos se consideraban más folkloristas
que cuentistas.
Debe tenerse en cuenta que en la época de los
hermanos Grimm, en pleno Romanticismo, Alemania había sido invadida por los
ejércitos napoleónicos y los nuevos dueños de Alemania querían borrar del mapa
la cultura que habían conquistado con lo cual, el trabajo de los hermanos Grimm
revestía todavía más importancia, reconocida en años posteriores más que en ese
justo momento.
No fue hasta 1852 cuando los cuentos de Grimm
conseguirían mayores ventas, al conseguir publicar una pequeña edición de 50
relatos con ilustraciones fantásticas obra de su hermano Ludwig. Esta sí, era
una edición destinada a lectores infantiles, que consiguió un enorme éxito,
hasta el punto de llegar a 10 ediciones entre 1825 y 1858.
El lobo y las cabritas |
El zapatero y los duendes |
Una
aclaración necesaria
Los cuentos recogidos por los hermanos Grimm, recibieron
en un primer momento, duras críticas por la bestialidad del relato que
difundían. Hay que tener en cuenta que la raíz de estos cuentos es medieval,
con todos los prejuicios, ignorancias, crudezas y atrocidades de la época. A un
público más avanzado y más refinado, propio del romanticismo del siglo XIX,
estos relatos les resultaban ofensivas. Por ejemplo, en la versión original de
Blancanieves, la mala bestia de la madrastra obligaba a la cándida princesita a
bailar con unos zapatos de hierro al rojo vivo, que la quemaban hasta la
muerte. Así es que los hermanos Grimm tuvieron que suavizar estos relatos para
adaptarlos a su nuevo público, infantil, más inocente, candoroso y sensible.
Una
enorme producción
La colección de cuentos de los hermanos Grimm
alcanzan los 210 títulos entre cuentos de hadas, fábulas, farsas y alegorías
religiosas, que han sido traducidas a más de 160 idomas. Los personajes y los
argumentos han sido versionados de mil maneras diferentes en forma
teatralizada, historias para el cine, la publicidad, la moda, la ópera y muchos
otros. Los ejemplares manuscritos de "Cuentos para la infancia y el
hogar" fueron incluidos en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco en
2005.
Con muchísimo gusto os enlazo una de las
producciones más deliciosas basada en un cuento de los Hermanos Grimm, “Hans el
pequeño erizo”, con una adaptación para televisión de Jim Henson en su fabuloso
espacio "El cuentacuentos","The storyteller", con John Hurt
en el papel del contador de historias.
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